sábado, 30 de abril de 2011

ROMANCE DE LA MADRE Y LA HIJA


Romance


¡María!
Dale vueltas al brasero
que ya está al llegar tu padre
y con el frío que ha hecho
después de arar el barbecho
no habrá perro que le ladre.

¡Anda hija!
Vete al cuarto trastero
y de la tinaja granate
sácale un plato de presas
para hacérselas con tomate.
También unas aceitunas
de las que hay machacá
esas que están aliñá
con orégano, tomillo
y guindillas colorá.

¡Chiquilla!
¿Pero a qué espera?
coge el cuchillo de sierra
y corta media telera.

¡Espabila!
¿Todavía no te has enterao,
que están las cabras de Paco
comiéndose el sembrao?.
¡Mira que tienes flojera!
si es que no vales pa ná,
te has pasado toda la mañana
mirando por la ventana,
para ver si veías pasá
al niño de la Severa.

Ese que dicen que anda
con la hija del Panduro,
ese, que toca en la banda,
¿para mí que es un baranda
que no tiene ningún futuro?.
¡hija!
Pero no te fijes tanto,
que se te han puesto los ojos
como la flor del mastranto.
¿No te da una mijinina?
que a mí, se me esté secando
la boca, de estarte hablando,
y tú sentada en la cocina
con tus mocitos volando.
¡vaya calvario más grande!
todo el día en la chimenea
sentada en la silla de nea
quemándome tú la sangre.

¡Niña!
Déjate ya de pamplina
que estás todavía dormida,
¡ya te enteraras güapina
los bocados que da la vida.
Y todo esto no vale pa ná,
que yo te esté todo el día dando
el tostón con la verdá.

DOS AÑOS DESPUES...

¡María!
Deja el postigo corrio
que ya está el Sol en el "Arco"
y en la cama...tu mario.
Anoche con los vecinos
bien despierto que estaba
tomándose unos "vasinos",
¡no ves que yo vivo al lao
y todas las noches lo escucho
en sus jaranas enzarzao!.



Luego tú,
me vienes a mí llorando,
-que si no tenéis dinero-,
-que estáis todo el día relatando-,
-que ya no te acuerdas ¿cuándo
te comiste un buen puchero?-.
También me vienes "cascando",
-que si te ha puesto la canga-,
-que estás todo el día trabajando-
-y él, nada más que pensando
en jolgorios y mojigangas-;
-que si buenas las agarra-,
-que si es peor que un chiquillo-,
-que está todo el día de farra-,
poniéndome tú la tarra
como una jaula de grillo.

¡Ay, la madre que te trujo!
Me tenías que haber escuchao
porque este, el día menos pensao
te va a pegar un parbujo.

¡María!
Ya ves tú lo que estás sufriendo.
Yo, ya te estuve media vida
de'stas cosas previniendo. 






C. Abril C. 



De Terrones pardos


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NOTA DEL AUTOR.






Esta obra está escrita en el peculiar habla que tiene los habitantes de una amplia zona del sur de Badajoz y norte de Córdoba, Huelva y Sevilla, en plena Sierra Morena occidental y sus estribaciones. 

ASÍ ERES TÚ


Sonetillo


No hay brisa en la alameda
que iguale a tu movimiento,
no hay personaje de cuento
que en brillantez te exceda.

No hay fulgor en la moneda
que aturda a tu sentimiento,
no hay luz en el firmamento
que a tus ojos cegar pueda.

No hay polvo en la vereda
que oculte ese monumento
hecho con bloques de seda.

No hay caricias del viento
ni hay rosa en la rosaleda
que turbe tanto mi aliento.


C. Abril C.

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viernes, 29 de abril de 2011

TU FLOR


Haiku

¡Qué desespero!,
viendo ajarse tu flor
en ese jarrón.


C. Abril C.


De Niponerias


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miércoles, 27 de abril de 2011

LUZ

Prosa poética



¡Luz!
para cuando los ojos aprendan a decir te quiero,
para que siga provocando el llanto del recién nacido,
y para que la venganza pueda ver
que el agravio recibido no merece su nombre.

¡Que haya mucha luz!
cuando la mentira eche a andar con su expresión,
cuando el mando empiece a aficionarse por la autoridad,
y cuando los cuchillos del insomnio
se dibujen en los rostros del remordimiento.

¡Que nunca falte la luz!
en el camino que ha de recorrer el amor ciego,
en el tugurio de la humildad aunque le cierren la ventana,
y en cada una de las Cámaras legislativas
donde practican su virtud los taquígrafos.

Si luz,
que comience a rayar la luz de la razón,
antes de que te conviertas en media luz,
porque a toda luz, algún día,
las tinieblas acabaran devorándote. 



C. Abril C. 





De Trenzando Abriles



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martes, 26 de abril de 2011

BESARTE




Tanka


Quiero besarte,
que mis labios anhelan
esa sustancia,
para poder proseguir
con pasión vehemente.


C. Abril C.



De Niponerias



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viernes, 22 de abril de 2011

SE ME OLVIDÓ OLVIDARTE



Desde tus ojos a mis ojos,
letras  de oro perfilan,
a este cariño que asilan
tras candados y cerrojos

Por eso cuando los miro,
el éxtasis me envuelve,
y mi corazón resuelve
declamar con un suspiro.

Porque así yo me traslado 
al tiempo en que sonreía
y de tu boca bebía
tu néctar  almibarado

Hoy, a pesar de desearte,
lo que más dolor me da…
¡que me olvidé de olvidarte!

C. Abril C.

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jueves, 21 de abril de 2011

RESPIRANDO DE TU ALIENTO



Te quiso con tanto anhelo
que se le enjugó la vida,
tan deprisa y enseguida
cómo lágrima en pañuelo.
Y fue su dicha tan fuerte
que el tiempo se le escurrió
sin ver llegar la muerte.

Por eso siempre decía:
¡Qué me quiten lo bailado!
mi máxima en este mundo
fue, haber llevado el rumbo
siempre mujer a tu lado.
Por eso no me arrepiento,
de haber pasado media vida
respirando de tu aliento.


C. Abril C.


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domingo, 17 de abril de 2011

CAMINO VERDE



Haiku


No le preguntes
por el camino verde,
él está ciego.


C. Abril C.

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miércoles, 13 de abril de 2011

DESAPEGOS

Prosa poética

En cuanto saludas a alguien
 dos o tres veces en la calle,
los rostros inexpresivos que pululan por ella,
 fruncen el ceño.
No quieren saber nada del sano interés
 de unas personas por otras,
 les repatean el alma cuando lo hacen.

 Cada día es más grande,
la falta de inclinación del ánimo
de los humanos con sus iguales,
 y las lenguas mordaces de la ociosidad,
 se relamen de gusto
al ver el filón que se les expone.

Jamás en la historia del hombre,
 los silencios fueron tan profundos
y los desapegos tan efectivos.


C. Abril C.

De Trenzando Abriles


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martes, 12 de abril de 2011

DESCABEZANDO VERSOS



El transcurrir del tiempo,
engatusa a mi albedrío,
dándole un breve toque de razón
y coartando  mis caprichos.

En medio de tal zozobra,
entre suspiro y suspiro,
voy descabezando versos
y espantando presencias.

Tengo las maletas casi hechas…
y el armario que da pena.




C. Abril C. 

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jueves, 7 de abril de 2011

AFABILIDAD


Haiku

Si, tus migajas,
Ofrécemelas también
de modo afable.

C. Abril C.


De Niponerias


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miércoles, 6 de abril de 2011

MURIENDO SIN TI



No sé que fui antes de ti
porque no lo recuerdo.
Mi memoria comienza con el albor de tus ojos,
y ahora
después de tanto vivir contigo,
de tanto morir sin ti,
es tanto lo que mendigo,
qué sin pesar yo maldigo
el día que te conocí.


C. Abril C.

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martes, 5 de abril de 2011

UN CARDO Y UNA ROSA



Un cardo que se moría
en un hermoso jardín,
a una rosa le pedía
que le aliviara en su fin.

La rosa,
-que era una gran rosa-
nada le supo decir,
ella se vehía hermosa
y le bastó solo esta cosa
para dejarlo morir.

¡Que pena!
que pena da que una rosa,
se marchite en esta vida
engreída y vanidosa.

C. Abril C.


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domingo, 3 de abril de 2011

HACEDOR DE MALDAD



Soneto


No percibió que su barba encanecía
ni que su perro apenas ya ladraba,
no vio el reguero de odio que dejaba
por doquier que su esencia se movía.

No vio el terror que su lacayo le tenía
ni el motivo del silencio en su morada,
no vio crecer la soberbia en su mirada
ni que su rostro de arrugas se cubría.

Era grande la altivez que esgrimía,
descomunal la aversión que generaba
y siempre anduvo ganando antipatía.

Hoy la muerte le llegó de madrugada
cuando ebrio de crueldad se disponía
a seguir lacerando  su almohada. 


C. Abril C. 

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QUE NO AMANEZCA


Haiku

Que no amanezca.
Te quiero soñar tanto,
que apagaría el Sol.

C. Abril C.


De Niponerias


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viernes, 1 de abril de 2011

MITO

Prosa poética



Intrépido, enarboló de continuo tu estandarte
en lo alto de los murallones en los que tú te veías soberana.
Rompió cuantiosas lanzas defendiendo lo absurdo de tu sentido,
y no le faltó más que dar su arrastrada vida
a cambio de que tu esencia perdurara por los siglos de los siglos.

Dormía, y eras tú siempre huésped de su mente,
y cuando estaba despierto,
era casi imposible que no supiese el número de veces
que tus pestañas bajaban y subían.

Te atribuyo cualidades y excelencias que nunca tuviste,
porque siempre careciste de efectividad para él.

Para él… fuiste su mito.
Mito, del que anduvo alimentando tanto tiempo
a esa convivencia simulada e ingrata por tu parte,
y que al final, acabó cebando su anoréxica alma.




C. Abril C.


De Trenzando Abriles


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