Sonetillo
Cuando la tarde agoniza,
la torda busca en la rama
sitio para hacer su cama
como amante primeriza.
Mientras ella se organiza
y en hacerla bien se afana,
el mochuelo se encarama
a la copa quebradiza.
Que con su mirar vidrioso
se pega toda la noche
fisgoneando en su lecho.
Y el estornino celoso,
libera todo el reproche
que le presiona su pecho.
C. Abril C.
De, Zurrapas.
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